viernes, 6 de junio de 2014

LA PRIMERA COMUNION: ORACIONES BÁSICAS

LA PRIMERA COMUNION

El Credo

Creo en un solo Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado,  de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho;  que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre;  y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre;  y de nuevo vendrá con gloria  para juzgar a vivos y muertos,  y su reino no tendrá fin. 

Creo en el Espíritu Santo,  Señor y dador de vida,  que procede del Padre y del Hijo,  que con él Padre y el Hijo  recibe una misma adoración y gloria,  y que habló por los profetas.  

Creo en la Iglesia,  que es una, santa, católica y apostólica.  Confieso que hay un solo bautismo  para el perdón de los pecados.  Espero la resurrección de los muertos  y la vida del mundo futuro.
 Amén.


El Acto de Contricción

Jesús, mi señor y redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar y confío en que por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas, y me has de llevar a la vida eterna.
 Amen.

YO PECADOR

Yo, pecador, me confieso a Dios todopoderoso, a la bienaventurada siempre Virgen María, al bienaventurado san Miguel Arcángel, al bienaventurado san Juan Bautista, a los santos Apóstoles Pedro y Pablo, a todos los santos, y a vosotros, hermanos, que pequé gravemente con el pensamiento, palabra y obra; por mi culpa, por mi culpa, por mi gravísima culpa. Por tanto, ruego a la bienaventurada siempre Virgen María, al bienaventurado san Miguel Arcángel, al bienaventurado san Juan Bautista, a los santos Apóstoles Pedro y Pablo, a todos los santos, y a vosotros, hermanos, que roguéis por mí a Dios nuestro Señor. Amén.